
Aunque bajo el “apellido” diabetes mellitus se engloban varios nombres diferentes, como la diabetes tipo 1, diabetes tipo 2 o la gestacional, se trata de enfermedades diferentes que responden a causas distintas y, por tanto, no se abordan con los mismos tratamientos. La consecuencia es la misma en todos los casos: un alto nivel de glucosa en sangre. Sin embargo, el motivo puede estar en diversos factores relacionados con la insulina, la hormona que ayuda a las células a utilizar la glucosa de la sangre.